Comentario editorial del 04-03-18

COMENTARIO EDITORIAL DEL 04-03-18

 

La semana: como siempre hemos tenido noticias de todo, algunas preocupantes como la desaparición de Gabriel el niño de Almería, que la verdad no me huele nada bien, las últimas noticias es que apareció ropa del rapacín a cuatro kilómetros de donde fue visto por última vez,  ojala me equivoque y el niño aparezca sano y salvo, porque, entre otras cosas me pongo en la piel sus padres.

 

También se habló de Cataluña que sigue el golpe de Estado en estado puro y el Gobierno sigue a verlas venir, que vergüenza.

 

Pero otra noticia que esta haciendo moverse a unos y  otros son las protestas de los pensionistas que están en la calle reivindicando algo que es de justicia.

 

El problema es la política y los políticos, y me explico: que la política es un campo abonado para el engaño y la demagogia no es ningún secreto, pero que estas artimañas tan típicas de los partidos se empleen con los jubilados y sus prestaciones constituye una mezquindad y una  enorme irresponsabilidad. Pero la izquierda, tanto a nivel político como mediático, ha visto en el sistema de la Seguridad Social un flanco por el que atacar al Gobierno a cuenta de la revalorización de las pensiones, ya que, entre otras razones, este colectivo es uno de los grandes caladeros de votos del PP.

Así que, mientras que el PSOE promete volver a ligar las pensiones al IPC. Podemos pretende regresar al modelo previo a 2011,  conviene recordar que Pedro Sánchez voto a favor de la congelación de las pensiones  cuando Zapatero era Presidente del Gobierno de España. Mientras que  Podemos con su modelo se llevaría por delante la solvencia financiera del Estado y, por lo tanto, las prestaciones que tanto dicen defender, tal y como, por desgracia sucedió en Grecia con el partido de su misma ideología, donde los jubilados tuvieron recortes del 30% para evitar la crisis.

A todo esto hay que sumarle el papel que algunos medios de comunicación azuzando de forma mezquina y mangoneando a los pensionistas para que se revuelvan contra la subida que establece la ley es de vergüenza.

Creo que el sistema público de pensiones atraviesa graves dificultades financieras debido en parte a la fuerte destrucción de empleo que causó la crisis, pero, sobre todo, al declive demográfico  que, al igual que sucede en otros países ricos, también sufre España. La viabilidad del vigente modelo de reparto depende, básicamente, del equilibrio que exista entre cotizantes y jubilados y el problema es que, si bien hoy la relación es dos a uno, en 30 años habrá un trabajador por cada pensionista, de modo que las prestaciones tenderán a bajar de forma progresiva.

Lo triste es que ningún político está dispuesto a explicar esta realidad a los españoles, de modo que, en lugar de proponer medidas razonables y eficaces para complementar las futuras pensiones, prefieren jugar con las ilusiones de una parte importante de la población con el único objetivo de rascar votos.

 

García MOLINA