lunes, 26 de febrero de 2018

Comentario editorial del 25-02-18

COMENTARIO EDITORIAL DEL 25-02-18

La semana: como siempre hemos tenido de todo un poco, y  la verdad cualquiera de las noticias que fueron portada en los medios de comunicación podrían ser válidas  para elaborar el editorial de hoy. Pero permítanme que me detenga en un colectivo que hasta la fecha había estado prácticamente en silencio, un colectivo que acapara a más de nueve millones de personas.

 

Y es que esta semana las calles de varias ciudades de España se llenaron de pensionistas clamando una pensión digna. Nadie había previsto semejante éxito de convocatoria por parte de un colectivo ciertamente masivo, pero que casi nunca hizo una protesta callejera de semejante magnitud, y la verdad que considero que el gobierno debe de tomarse muy en serio la dimensión política de esta marea ciudadana que, espoleada por la sorpresa de su propio empuje, es más que probable que  seguirá echándose a la calle para mantener sus reivindicaciones en el centro de la agenda mediática.

 

Sin lugar a dudas, el sostenimiento de un sistema público de pensiones es quizá el principal desafío social al que se enfrenta España, porque está íntimamente relacionado con todos los demás, es decir, crisis demográfica, despoblación, paro y precarizad laboral. Las pensiones, es un problemas de extraordinaria complejidad que no se soluciona con cuatro proclamas demagógicas ni con argumentos de militancias trasnochadas y lo sabe muy bien la responsable del Ministerio de Empleo, y la misma responsabilidad cabría exigirles a la oposición cuando exige nuevas cargas impositivas a veces desmesuradas. Lo que si esta claro, y esto siempre según los expertos, para revalorizar las pensiones con arreglo a la inflación España tendría que crecer en unos porcentajes que a priori se consideran inalcanzables.

 

La verdad que no es de extrañar que los pensionistas estemos indignado, sobre todo cuando vemos como se mueve la clase política en este país, digo esto, porque después del dinero público para rescatar las cajas de ahorros, que son los bancos de los políticos, que las hundieron ellos, que muchos se hicieron ricos, un dinero que nunca se recuperará, no se puede comunicar a un pensionista que le vas a subir la pensión una media de menos de dos euros, y al mismo tiempo informar que se van a gastar cerca de 5.000 millones de euros en rescatar las autopistas quebradas. Autopistas, que son como los bancos y algunas otras empresas públicas o semipúblicas, es decir, si hacen beneficios es para ellos pero si tienen pérdidas, las pagamos todos. Evidentemente eso sin contar todo el dinero que se ha robado.

García MOLINA


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