lunes, 4 de diciembre de 2017

Comentario editorial del 03-12-17

COMENTARIO EDITORIAL DEL 03-12-17

 

La semana: Como siempre hemos tenido de todo un poco y como siempre cosas sorprendentes, que a decir verdad ya poco nos sorprende a estas alturas de la película.

 

Cuando los griegos inventaron la democracia, consideraron que la política debía estar indisolublemente ligada a la virtud. Solón de Ateneas o Aristóteles serían incapaces de comprender  que hoy nuestros dirigentes puedan cometer perjurio a todas horas, con total impunidad, porque en nuestro tiempo lo que no está tipificado en el Código Penal parece liberar al procesado de cualquier vínculo con la ética más elemental. Digo esto, porque esta semana pasaron por el Tribunal Supremo toda la tropa independentista que esta en prisión  provisional, apelando  a un acatamiento puramente formal del artículo 155 de la Constitución para ser excarcelados, imitando así la jugada de la presidenta del Parlament. Pero independientemente de lo que decida el juez del Supremo mañana  cabe preguntarse qué valor puede tener la palabra de quienes han hecho del perjurio un modo de entender la política y de gobernar. Sobre eso, como mínimo, no caben dudas de su culpabilidad

 

Digo esto porque toda esta tropa accedieron a sus cargos jurando cumplir y hacer cumplir la misma Constitución que después no dudaron en dinamitar a través de un golpe rupturista. Ello explica que la Fiscalía mantenga que todos ellos deben de seguir en prisión además sin fianza. La mera promesa de acatamiento del artículo en vigor es a fin de cuentas una obviedad que no depende de sus respectivas voluntades. Sin embargo los delitos de sedición o rebelión que se les imputa son extraordinariamente graves.

 

La decisión del Juez del Supremo de mañana, tendrá que estar trazada con unas líneas donde no quede en entredicho el Estado de Derecho, digo esto porque no puede estar condicionada a la cita con las urnas, si bien se prevé que se pronuncie sobre las posibles excarcelaciones el mismo día que comienza la campaña electoral. Si los encausados quedan en libertad, que quedarán y ojala me equivoque,  el magistrado deberá estar muy vigilante  para que no se viole la legalidad.

 

Las elecciones del próximo 21 D no solo tiene que recuperar la normalidad institucional, sino para algo más fundamental: restaurar la convivencia y asegurar la libertad. Y es que el independentismo ha llevado a la sociedad catalana a un grado de polarización irrespirable.  Y si les digo la verdad me da la impresión de que nada va a cambiar.

García MOLINA


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