lunes, 19 de junio de 2017

Comentario editorial del 18-06-17

COMENTARIO EDITORIAL DEL 18-06-17

La semana: Pues como siempre de todo un poco y son varias las noticias que fueron portada en los periódicos, radios y televisiones del país, comenzábamos el lunes con el triunfo de Rafael Nadal en Roland Garros, donde el tenista mallorquín logró la décima copa de los mosquetero, dando dos  exhibiciones, una  de cómo se debe de jugar al tenis y la otra de español, abrazado a su trofeo y envuelto en la bandera de España Rafael Nadal escuchaba con emoción el himno nacional, es bien triste que solo sea  en este país donde se le silba.

 

Y el martes teníamos la moción de censura, Pablo Iglesia quiere ser presidente del Gobierno de España, que de momento no lo va ser, aunque  su objetivo es seguir haciendo ruido en las redes sociales, poner en jaque al PSOE y vender a la opinión pública una imagen que Pablo Iglesias está muy lejos de dar ante la inmensa mayoría de los españoles.

 

Otra de las noticias ha sido la celebración de los cuarenta años de las primeras elecciones democráticas, después de la muerte de Franco. Por primera vez en muchos años, el pueblo español se acercaba a las urnas, sin revanchismos, tanto de un bando como del otro, querían, hicieron borrón y cuenta nueva, orientando a España por los caminos de la libertad y del progreso, que pena 27 años después de esta fecha  el Gobierno de Zapatero empezase con la memoria histórica a desenterrar lo muertos de un solo bando.

 

Otra de las noticias ha sido esta ola de calor que esta atravesando España, no cabe duda de que en el norte somos privilegiados, aunque a veces nos gustaría que no fuésemos tanto

 

También se hablo y aquí es donde me detengo,  de esa nueva subvención de 430 € mes  que la Ministra de Empleo anunciaba esta semana, para los jóvenes que ni estudian ni trabajan, siempre y cuando acepten un contrato de formación y aprendizaje.

 

La verdad que desde hace años los diferentes gobiernos, sean del color que sea, tiran de chequera con unas subvenciones, que como en este caso, apenas son una gota de agua en un océano, es decir,  La Administración gasta miles de millones de euros al año en subvenciones a nivel nacional, autonómico y local, con el consiguiente despilfarro de dinero público, ya que esta lluvia de billetes no solo incumple su cometido, sino que genera grandes incentivos perversos y un caldo de cultivo idóneo para la proliferación de numerosas corruptelas e irregularidades.

 

Las estrambóticas e insostenibles subvenciones a las energías renovables, las ayudas al carbón, el PER agrícola o las numerosas partidas presupuestarias que se distribuyen entre el mundo del cine, entidades sociales y numerosas empresas e industrias evidencian lo extendido de esta política y el elevado coste que ello supone para el contribuyente.

 

Claro ¿esto que genera?, más gasto público y por lo tanto más deuda, lo cual se traduce en una presión fiscal más elevada para el conjunto de familias y empresa.

 

Por otro lado, lejos de resolver nada, genera incentivos preocupantes, como la financiación de proyectos empresariales ruinosos, la implantación masiva de energías caras e ineficientes, con el consiguiente encarecimiento de la luz, o la trágica condena al paro y a la inactividad de miles de trabajadores. Si a ello se suma, además, que las subvenciones son un enorme caladero de corrupción, fraude y clientelismo político,  lo que hace que su justificación carezca  de defensa.

García MOLINA


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