lunes, 26 de noviembre de 2012

Comentario del 25-11-12

COMENTARIO DEL 25-11-12
La semana: Pues como siempre de todo un poco, aunque por ser hoy elecciones en Cataluña, con  todos los escándalos financieros, ha sido de lo más predominó en todos los medios de comunicación, y la verdad que todo aquel que decida dedicarse a la política no deja de tocarle la lotería. Cataluña la comunidad más endeudada de España sus líderes políticos se llevaron los cuartos a espuertas llenas, sin que nada ni nadie les pusiese freno. Esta semana el diario "El Mundo" publicaba que el presidente catalán y la familia Puyol tenían en Suiza y otros paraísos fiscales cientos de millones de euros recibidos de comisiones ilegales, realizando evasión fiscal,  fraude, extorsión, manipulación y no sé cuantas cosas  más dignas del mejor dictador bananero. Para intentar salir airosos del trance Artur Mas puso dos denuncias: una a la policía por desvelar secretos y la otra al periódico por publicar algo que es mentira. Yo digo: si denunciamos a la policía por desvelar secretos, es que esos secretos son verdad y si son verdad ¿Cómo se puede demandar a un periódico por  falsedad de documentos? La verdad que es todo una vergüenza.
Por otro lado esta semana se cumplió un año de que el PP ganase las elecciones  y la  verdad que durante este periodo no se puede decir, que los españoles que habían puesto la confianza en él, estén mejor que hace un año. Frio como las aguas de las Rías Gallegas y como una lapa que solo soñara con apegarse a la roca. Mariano Rajoy no ha logrado aportar optimismo, esperanza ni ilusión a la vida política española, sin embargo lo peor no es su falta de empuje o capacidad para crear entusiasmo en los ciudadanos, sino su ser gallego en el peor sentido del término, que como en el caso de la famosa historia popular impide saber en qué lugar esta de la escalera. Al decir esto me refiero a su caso concreto ya que la nación está en los peldaños inferiores. Tras un año de ganar las elecciones, Rajoy no ha contenido a los nacionalismos que hoy están más enloquecidos y se sienten más impunes que nunca. Tras un año después de ganar las elecciones, Rajoy no ha logrado que nuestros bancos  inspiren más confianza en el exterior, que la economía despegue de manera evidente y que pare el aumento del desempleo. Tras un año después de ganar las elecciones, Rajoy no ha frenado el derroche del sistema autonómico que pesa como el hierro sobre nuestra economía arrastrándola cada vez más hacia el abismo. Tras un año después de ganar las elecciones, Rajoy ha elevado los impuestos convirtiendo a España en la nación europea, con la excepción de Suecia, que paga más impuestos, impidiendo  así que pueda salir de la crisis económica. Tras un año después de ganar las elecciones, Rajoy tampoco ha logrado que nuestro sistema educativo sea algo serio y con futuro, especialmente en áreas como la enseñanza universitaria. La única excepción a esta degradante tónica general se encuentra en el Ministerio de Asuntos Exteriores donde se ha emprendido alguna acción para desmontar el desplome de la época de Rodríguez Zapatero, pero como se empieza desde tan abajo es casi imposible empezar a ver resultados. Bien es cierto, que Rajoy no es el único responsable de esta dramática situación, más culpable que él es un partido socialista que sigue inmerso en una delirante esquizofrenia interna, consintiendo a los nacionalistas catalanes en sus filas. Más culpable que él son los sindicatos que son responsables directos de que millones de españoles hayan perdido el empleo. Más culpables que él son los directivos de tantas y tantas Cajas de Ahorros, hundidas por las castas privilegiadas que en ningún caso se sentaron en el banquillo. Más culpables que él son las entidades bancarias a las que hemos inyectado cantidades astronómicas dinero, sin que hasta la fecha sepamos a ciencia cierta, cual es el estado de sus cuentas o si están saneadas. Y más culpables que él son los nacionalistas catalanes y vascos, que han arrastrado con su rapiña de décadas a España hasta la ruina. Sin embargo después de un año, Mariano Rajoy no ha dado ningún paso significativo para frenar ni una sola de esas desgracias y lo más triste es que no creado ninguna sensación de tener capacidad de Gobierno ni de saber hacia dónde va. Es triste para él, porque si no lo hace mejor en el segundo año, nadie puede esperar que termine la totalidad de la legislatura, pero más triste es para España que en momentos difíciles no da la sensación de tener un presidente que se esté a la altura de las circunstancias.
García MOLINA

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