DOMINGO 12-02-12

La semana: Pues la verdad que esta estuvo muy cargada de noticias, aunque solo voy a citar y analizar, algunas de las que causaron un mayor impacto social. El pasado viernes el Gobierno aprobaba la nueva Reforma Laboral, que seguro a estas horas de la película, todos ustedes conocerán los entresijos más destacados, evidentemente y como no podía ser de otra manera, tanto  los partidos de izquierda como  los sindicatos ya anunciaron diferentes movilizaciones, entre ellas una primera manifestación para el próximo domingo. Y yo digo: hay que tener cara y poca vergüenza, un partido y unos sindicatos que llevaron a España a la miseria en la que estamos sumidos, con cinco millones y medio de parados, ¿Cómo tienen la cara dura de organizar cualquier tipo de movilización a un gobierno que lleva dos meses gobernado? ¿Cómo pueden los socialistas y los sindicatos hacer la más minima censura de la futura reforma si ellos llevaron a España a la situación en la que hoy nos encontramos? Y si hoy no hacen una huelga general, es que no se atreven porque les puede salir torcida.

Mariano Rajoy, lo que tiene que hacer es acabar con las subvenciones a los sindicatos, acabar con todos los liberados que hay en este país, más de trescientos mil, que son una partida de vagos que cobran buenos sueldos sin dar palo al agua, aunque según la nueva ley alguno se le va acabar el chollo. Bueno fíjense a que extremos llegamos que el nuevo secretario general del PSOE, que ayer estuvo en Asturias, en su discurso de investidura, su única preocupación de cara al futuro es la revisión de la relación Iglesia-Estado, los parados no le importan, precisamente en unos momentos donde la Iglesia está quitando mucha  hambre de la que sembraron los socialistas en España.

Esta semana el Tribunal Supremo ha condenado por unanimidad al Juez Garzón a once años de inhabilitación por las escuchas ilegales en el caso Gurtel, dado que incurrió en prácticas, según dice la sentencia, propias de los estados totalitarios. La verdad que  esta sentencia, constituye una victoria del estado de derecho sobre un magistrado que violó un derecho fundamental tan sagrado como la inviolabilidad de las comunicaciones entre un letrado y su cliente. Pero  por si esto fuese poco, esta semana también quedó visto para sentencia otro juicio contra Garzón, pero en este caso por los crimines del franquismo. La verdad que a falta de saber el contenido de la sentencia, solo quiero recordar que en el año 1.977 se aprobó una ley de amnistía que se sumaba a la prescripción de los  delitos de la guerra civil, anunciada en el año 1.969 y que incluía todo  tipo de crimen, político o común.  Su finalidad era clausurar el pasado y abrir la posibilidad de que los españoles iniciasen un presente sin enfrentamientos y en paz, precisamente por ello, durante la época de la transición, recordemos que hubo personas que pretendieron iniciar una investigación sobre los asesinatos en masa de Paracuellos, en esa fecha el Juez Garzón la rechazó amparándose en la ley de amnistía de 1.977. La acción de Garzón en aquel entonces fue totalmente ajustada a derecho, piénsese lo que se piense de Santiago Carrillo, que de esta forma se escapa de las responsabilidades  de los crimines contra la humanidad. Precisamente por ello, que años después despreciase esa misma ley de amnistía de 1.977 para investigar crimines cometidos en las mismas fechas que los de Paracuellos y además prescriptos, estaba claro que es una auténtica prevaricación ya que en hechos semejantes, como decía anteriormente,  había mostrado una postura totalmente opuesta, y a pesar de los macabros  argumentos de la defensa y del fiscal durante el juicio, la sentencia del caso Gurtel es una buena noticia de que el Supremo no se va dejar manipular. No son los anti demócratas los que sentaron a Garzón en el banquillo, sino aquellos que defienden el estado de derecho y la democracia de un juez que no ha dudado en perpetrar acciones dignas de las dictaduras de izquierdas que tanto gustan y aplauden sus seguidores. Después de conocer la sentencia del caso Gurtel, nos falta conocer la sentencia de los crimines del franquismo, pero también el Juez Garzón se volverá a sentar en el banquillo por ser un Juez, que no dudaba en pedir dinero a aquellos cuyas causas eran conocidas en su juzgado.

Decía el escritor vasco Miguel de Unamuno que: “la envidia es peor que el hambre, porque es hambre espiritual” eso es lo que les pasa a los franceses que llevan muy mal que anualmente tengan que rendirse ante un deportista español en los dos principales acontecimientos deportivos que organiza su país. Es ya una tradición que se celebra de forma casi ininterrumpida desde hace treinta años, los mismos que han transcurrido sin que un franchute gane el Tour o Roland Garros. Pero bueno los franceses ya sabemos como son, Sólo en Francia se puede levantar un monumento para conmemorar las grandes victorias militares e incluir la Batalla de Bailén, una derrota de las más humillantes padecidas por Napoleón.

 García MOLINA